LA CESAREA

Naciste a los ocho meses, no porque ni tú ni yo quisiéramos, te encantó estar sentado durante todo el embarazo, y eso provocó que Julio ,el ginecólogo, decidiera sacarte antes de tiempo.

Tuve revisión rutinaria un viernes sin saber lo que me esperaría al día siguiente. Julio nos dijo que apenas tenías espacio para poderte dar la vuelta y adoptar la posición normal para un parto natural, y que además al tener poco líquido tu nacimiento no se podía hacer esperar. Al día siguiente a las 10 de la mañana estábamos en la Clínica San Rafael de Cádiz para el feliz acontecimiento. La noche del viernes fue un auténtico caos, montando cuna, moviendo muebles para que cupiesen tus cosas, sacando toda tu ropita nueva, preparando la bolsa del hospital, pañales, cremitas, patuquitos,.... una locura.

Por fin llego el momento, desde que llegamos al hospital hasta que tú naciste no paso casi ni una hora, fue todo muy rápido. Llegué a la habitación, me dieron el camisón de rigor y a la sala de operaciones. No sentí nada, un poco el pinchazo de la epidural, pero estaba tan emocionada que casi no recuerdo ni que me doliese. En cuanto te sacaron te pusieron en mi pecho y bajaron la sabana verde que tenia delante para que pudiese verte. Eras la cosa mas bonita que había visto nunca, no podía creer que fueras tan perfecto, me afanaba por contar los deditos de tus manos y tus pies, sí, están todos, eras perfecto. Tenías una carita preciosa, con unos ojos enormes y rasgados que me miraban. Tu piel tenia un color rojizo precioso y estabas tremendamente espabilado. Al minuto entro papá, que emocionadísimo se fue corriendo para la incubadora donde te habían metido y te hizo tu primera foto, un poco movida por la emoción. Yo aún estaba tumbada en la mesa de operaciones pués me estaban terminando de coser, y le dije a papa lo guapo que eras, él tenía la cara más feliz que nunca le había visto. El médico le dijo que se acercara a mí y me toco la cara. Ya éramos una familia completa.

Mientras todo esto pasaba tus abuelos corrían desde Soria para conocerte, llegaron casi a la vez que entrabas a la habitación. Te tuvieron una hora más o menos en la incubadora, no te hizo falta más tiempo. También llegaron mis tíos Miguel, Paco y mi tía Mari.

Ya estabas aquí y todos estábamos tan felices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario